“Es imposible conocer
las características reales de un sistema político si se desconoce
su sistema de medios de comunicación y las relaciones de poder que
ambos tienen.” Con esta frase comienza el texto de José Carreño,
quien busca lograr la comprensión y relación que sostienen medios y
poderes en el ejercicio de este ultimo.
Es preciso conocer el
sistema de medios de comunicación para conocer su sistema político,
puede ser “el hilo conductor” para establecer la verdadera
naturaleza del estado, sus sistema de partidos políticos, incluso su
desarrollo social.
Durante los años mas
recientes, con la difusión masiva de los medios, especialmente
televisión y mas recientemente internet, se han convertido en una
variable independiente de las estructuras del poder, que genera
efectos en otras variables, incluido el sistema económico de un
país.
Esta variable es
observable en México, donde ahora los políticos dependen su poder
en el poder mediático, cosa que otrora era imposible, incluso
contrario.
Uno de los conceptos que
introduce Carreño es el de “Esfera publica”, acuñado por
Habermas y que ejemplifica “el espacio conceptual en que los
particulares debaten asuntos públicos y donde se forma la opinión
publica”. Es entonces que los medios entran al juego, pues estos
son considerados las expresiones e instituciones clave de esta
“esfera publica”
Tiene, sin embargo, una
ascepción diferente el concepto de “publico” en México, puesto
que se le considera algo mas relacionado a la administración publica
y la política que a lo que en realidad es (el cuerpo de personas
libres que pueblan una sociedad democrática)
Dentro de la “esfera
publica” se abre la posibilidad de formar asociaciones y realizar
debates destinados a formar opinión publica, cuyas decisiones y
otras influencias externas afectan, a la esfera publica.
Esa misma esfera publica
fue el lugar donde surgieron los primeros medios de comunicación,
vehículos de expresión de asociaciones políticas y los primeros
debates del espacio publico. Su evolución fue tal que ahora son
considerados una parte importante e invaluable dentro de la discusión
y la opinión publica.
Según Denis McQuail, la
calidad de la esfera publica de una sociedad depende de la calidad de
sus medios. La mayoría de los medios encuentran su justificación,
legitimación y sustento dentro de los intereses de la esfera
publica.
Independientemente del
debate que genera la opinión publica en los diferentes teóricos, lo
cierto es que el “tratamiento y orientamiento” que suelen dar los
medios a la opinión publica en el país, ha generado una notoria
desconfianza y perdida de credibilidad en los mismos.
Los establecimientos de
agenda son algo común dento de los medios, especialmente los
mexicanos. Sin embargo, antes de ellos, existieron los “definidores
primarios” (instituciones publicas con poder): las fuentes de
información que generan, controlan y establecen definiciones
iniciales de los temas, las situaciones o los hechos que quedaran
enlistados en el orden del día del debate publico a través de los
medios.
Dentro de México, el
derecho de acceso a los medios para concurrir en la definición de la
agenda, abrió paso gradualmente a la pluralidad en las ultimas
décadas, limitando el monopolio que ejercía el gobierno.
Es innegable que estos
medios definen y construyen realidades, deciden desde que ángulo se
vera la realidad, enmarcan y limitan las noticias y prioriza
jerárquicamente la información. El simple establecimiento de la
agenda es mas complejo de lo que en realidad pudiera parecer.
Incluso se les añade un
“valor” (news value) que esta determinado en creencias,
actitudes, intereses e ideologías de dueños, directivos y
operadores de las empresas informativas.
Pese a todo, aunque
exista un evidente establecimiento de la agenda, el publico también
puede ser selectivo a la hora de escoger alguna información
transmitida por los medios. Sea que los medios actúen como “perros
guardianes” del poder, o algún medio de oposición a la corriente
mayoritaria, es como los mexicanos pueden buscar alternativas de
información a la agenda establecida
Finalizando, es entonces
que entra uno de los “canceres” mas importantes en los medios
latinoamericanos, México incluido: el clientelismo.
El clientelismo se
extiende al control de la comunicación y los medios por intereses
privados, lo que limita y orienta la agenda hacia el beneficio de un
ente particular, generalmente a cambio de recursos económicos. Esta
practica se ha extendido notoriamente en el país, y en general, en
los medios latinoamericanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario